La palabra Compliance, traducida al castellano, es “Cumplimiento”. Tal como lo describe su traducción, el Compliance Corporativo no es más que un PLAN ESTRATÉGICO DE CUMPLIMIENTO que diseña cada empresa para responder a todas las exigencias legales y administrativas que debe cumplir de acuerdo con su giro comercial y jurisdicción.
Como bien sabemos, las empresas van más allá de ser sociedades que se enfocan únicamente en el giro de su negocio. La visión financiera y legal actual nos muestra que hay muchas otras aristas que son de vital importancia para que su actividad comercial sea exitosa y rentable.
Es así que, hoy en día, las empresas han visto la necesidad de integrar en sus estrategias y estructuras internas, un mecanismo que las blinde ante posibles riesgos, ya sean legales u operativos; y las haga más estables, funcionales y eficientes para alcanzar sus objetivos comerciales.
En este sentido, es que surge el Compliance Corporativo, que según la World Compliance Association, es “un conjunto de procedimientos y buenas prácticas que las organizaciones adoptan con el fin de “identificar y clasificar los riesgos operativos y legales a los que se enfrentan y establecer mecanismos internos de prevención, gestión, control y reacción frente a los mismos”.
¿Por qué entonces, el Compliance Corporativo se ha vuelto imprescindible para las empresas?
Generalmente, el cumplimiento normativo es desconocido en detalle o ignorado involuntariamente por los empresarios, ya que ellos enfocan su atención en otros aspectos de su empresa, como lo es la planificación del desarrollo y expansión de sus negocios. Por lo cual, hoy en día el empresario opta por contratar un grupo de expertos para la realización de un Compliance Corporativo, es decir, para el diseño y ejecución de un PLAN ESTRATÉGICO DE CUMPLIMIENTO que mantenga a flote a la empresa en el ámbito legal y administrativo, evitando así riesgos jurídicos y operativos para la empresa, mientras él se ocupa de los negocios de la misma, en un mercado que cada vez es más voraz y competitivo.
El Compliance Corporativo es una manera eficiente de evitar las amenazas a la sostenibilidad y progreso de la empresa, evitar posibles multas, pérdida de la licencia de funcionamiento, daño en la imagen y reputación de la Empresa, o afectación al buen nombre, incluso, de los propios directores y socios/accionistas.
Los empresarios que han logrado éxito en el mercado, saben muy bien que es importante contar con una asesoría legal actualizada en este tema, para tener siempre presente la normativa vigente que afecta a la empresa, proveniente de distintos entes reguladores. A lo dicho, son diversas las entidades que fiscalizan el comportamiento de las empresas en Bolivia, por una parte tenemos a la Autoridad de Fiscalización de Empresas, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Prevención Social, Impuestos Nacionales, la Autoridad de Fiscalización del Juego, entre otras y por otra parte, las Entidades Reguladoras de cada sector; que a través de las Resoluciones que emiten, van regulando el actuar de las empresas, exigiendo nuevos o diferentes requisitos, mismos que se deben cumplir para su subsistencia en el mercado.
A manera de ejemplo: en enero de la presente gestión (2021), mediante Resolución Administrativa RA/AEMP/Nº009/2021, se aprobó el Reglamento de Sanciones e Infracciones Comerciales y Contables de la Autoridad de Fiscalización de Empresas, sin olvidarnos de la normativa emitida por otras Autoridades, que fiscalizan constantemente el cumplimiento de la misma.
¿Cuáles son las etapas de un Compliance Corporativo?
La primera etapa del Compliance Corporativo consiste en realizar un examen general, en el que se identifican los incumplimientos y los riesgos de la Empresa, una especie de diagnóstico legal.
En una segunda etapa, se diseña un plan de acción para la gestión de riesgos y la regularización progresiva de la empresa, con un calendario que dé prioridad desde los aspectos más críticos hasta los menos críticos; asimismo, se establecen políticas, normativa y procedimientos internos, que se difunden al personal de la empresa para su conocimiento, delimitando el marco de actuación para cada colaborador, como medida de prevención, y si es necesario, se les da capacitación al respecto.
Finalmente, como tercer etapa, que en realidad es una constante en el tiempo, se hace una fiscalización periódica del cumplimiento, tanto de las exigencias legales como de las administrativas internas, la frecuencia de estas fiscalizaciones dependerá de la naturaleza del negocio, ya que las exigencias son diferentes para cada sector y el abogado deberá determinarlas en el mismo PLAN ESTRATÉGICO DE CUMPLIMIENTO. Asimismo el Abogado alertará a la Empresa, cuando se emita nueva normativa que sea de su interés y aplicación.
En definitiva, el Compliance Corporativo, según el Comité de Basilea, se ha convertido hoy en “una función independiente”, esto significa que muchas empresas cuentan ya con un equipo permanente de personas, principalmente de abogados, internos o externos, que reaccionan inmediatamente ante las amenazas por incumplimiento, evitando así muchas pérdidas financieras y de reputación de la empresa.
El valor agregado del Compliance Corporativo:
La implementación de un Compliance Corporativo crea un ambiente laboral organizado, contribuyendo a constituir una estructura interna sólida, que hará que los colaboradores o trabajadores conozcan los objetivos de la empresa, los valores de la institución y sus principios éticos, logrando que remen todos hacia un mismo fin, obteniendo el sentido de pertenencia y compromiso con la empresa.
El Compliance Corporativo, no solo previene y gestiona los riesgos de las instituciones, sino que las hace más transparentes y éticas; generando mayor atractivo para inversores nacionales y extranjeros, como también los mantiene en una situación “amistosa” con las autoridades; teniendo un estándar de calidad y excelencia en el mercado.
En definitiva, contratar el servicio de un Compliance Corporativo es, hoy en día, indispensable para cualquier empresario que busque ser competitivo.
Blanca Sofía Alaiza Terrazas
Socia/Partner
Alaiza & Pedraza Abogados